Incunables

Aimée Joaristi

&

Sobre el artista

Aimée Joaristi

Cuadros sedientos de risas, petulantes, malditos, quiten de mí sus ojos, que el quehacer es propio y no los controlo. Latigazos como machetes redoblan en los portones del estudio, pican sobre el techo de lata gris, tormenta de fastidiosos recuerdos, de olvidos impenetrables. Llueve y llueve… Refugio de escape y escondite. ¡Pinta!―me digo―que así ni hablas ni disimulas las mentiras. El que escucha también miente, pero no pinta. Poeta maldita sería, de no saber pintar.

Manchas como hojas de vid seca mauve y moradas salpican la pared y el piso, entre mi frenético subir y bajar para embarrar el cielo inalcanzable del lienzo, grande como un mundo melancólico. Azul y rosado, hacen morado, pienso.
Poeta maldita sería, de no poder pintar.

Apago el falso día de bombillos LED y marcho por el camino de piedras volcánicas hasta el umbral de la casa negra. Miro de reojo el valle hundido y percibo la silueta de las “Tres Marías”, entre el chasquido inquieto de mis botas.
Poeta maldita sería, de no saber pintar.

Aimée Joaristi

Sobre la exposición